La fiscal Andrea Gómez consideró que Brenda Tello (24) apuñaló a Alan Yair Salinas (26) cuando el joven la agredía y mientras sostenía al bebé de ambos en sus brazos. El caso se produjo el 24 de enero pasado en el barrio Libertad.
La Justicia ordenó la inmediata liberación de la mujer de 24 años que el pasado 24 de enero mató de una puñalada a su concubino en una casa del barrio Libertad, tras considerar que actuó en defensa propia cuando era golpeada.
La fiscal del caso, Andrea Gómez, prestó su consentimiento al pedido de excarcelación hecho por la defensa de la imputada, Brenda Tello, quien había reconocido que acuchilló a Alan Yair Salinas (26) en su declaración indagatoria. En la misma audiencia, y tras entrevistarse con su abogado Mauricio Varela, la joven explicó que era víctima de violencia de género y que al momento del crimen su pareja la agredía física y verbalmente mientras ella sostenía al bebé de ambos en sus brazos.
La versión de Tello fue analizada por los investigadores y se dispusieron diversas medidas tendientes a constatar la veracidad de sus dichos. Dos semanas después de lo ocurrido, la instructora judicial consideró que existen pruebas que acreditan que la mujer actuó en legítima defensa y, de esta manera, acompañó la solicitud de Varela.
Si bien las fuentes consultadas por LA CAPITAL revelaron que aún resta que se conozcan resultados de peritajes psicológicos e informáticos (como la examinación del teléfono celular de la imputada), el juez de Garantías Juan Tapia hizo lugar a la medida y Tello recupera así su libertad, aunque permanecerá procesada hasta que la investigación llegue a su fin.
“Me pegó tres piñas en la cabeza y a todo esto yo tenía a la bebé en brazos. Ahí lo empujo y le digo: ‘No me pegues más’. Atiné a querer asustarlo con el cuchillo, nunca quise lastimarlo, sino no lo habría acompañado a la salita y todo eso”, había declarado la imputada en Tribunales cuando la indagó Gómez. También mencionó entonces que no lo denunció antes “por vergüenza” y que la situación se había agravado en los últimos meses por el aumento del consumo de estupefacientes por parte de Salinas. En tanto, aclaró que en su teléfono celular tenía pruebas de las agresiones previas y lo entregó a la fiscal para su correspondiente peritaje.
Además, el informe médico confirmó que la mujer tenía una lesión en la cabeza de carácter reciente al momento de llevarse a cabo su revisión médica -se registró antes de que quedase alojada en el Destacamento Femenino-, y otra que ya parecía haber atravesado un proceso de varios días de curación.
Salinas, que no tenía antecedentes penales ni denuncias por violencia de género, fue apuñalado el martes 24 de enero entre las 19 y las 20 en la casa que compartía con Tello y el hijo de ambos en el barrio Libertad. Más precisamente, volvió de trabajar a la vivienda de 3 de Febrero al 9700 y entonces se produjo la discusión con su pareja que derivó en su muerte.
Lo que debe establecer ahora la Justicia es el contexto en el que se produjo el hecho. Cierto es que, después de sufrir la herida de arma blanca, el techista fue llevado por un vecino y en compañía de la propia Tello a la sala de primeros auxilios del barrio Florentino Ameghino y, más tarde, derivado al Hospital Interzonal General de Agudos (HIGA), en donde falleció minutos después.
Tello fue trasladada a la comisaría sexta para declarar como testigo y, en simultáneo, la Policía Científica trabajó en la vivienda. Allí, los investigadores secuestraron el cuchillo utilizado la mujer y, con esa y otras pruebas, la fiscal Gómez ordenó que quedara detenida entonces por el crimen.